
Se puso en marcha un proyecto para la práctica de deportes adaptados en el complejo.
Andrés tiene 12 años, nació con síndrome de Down y desde chico soñó con jugar al fútbol. Todos los sábados asistía al complejo deportivo “Ingeniero José Salmoiraghi” de Atlético y, sentado a un costado de la cancha, veía correr a otros niños detrás de la pelota. Su presencia fue el motor que puso en marcha un ambicioso proyecto: la práctica de deportes adaptados para integrar a chicos y a jóvenes con capacidades especiales.
El primer paso fue formar una comisión de trabajo integrada por personas de una gran vocación de servicio. Ellos fueron los encargados de crear la Escuela de Deportes Adaptados que les dio a Andrés y a otros chicos la posibilidad de jugar al fútbol con total naturalidad, más allá de sus dificultades. “Hemos dado el primer paso, pero queremos seguir creciendo”, destacó el director, Raúl Díaz.
“La escuela se puso en funcionamiento en abril. Arrancamos con 15 chicos y hoy contamos con más de 30. El crecimiento fue espectacular. Hay chiquitos que llegaron con muchos problemas y su evolución fue excelente”, señaló Díaz.
La escuela cuenta con un departamento de estimulación temprana para los más pequeños. “El área de fonoaudiología se ocupa de este tema. También estamos tratando ver la manera de incorporar otros deportes”, agregó.
Otros beneficiosPero no todo pasa por la parte deportiva. “En la comisión tenemos dos profesores especiales que trabajan junto a un grupo de padres de algunos de los chicos y otro grupo de profesionales que trabajan ad honorem todos los fines de semana. Además, los chicos son revisados en la parte de odontología”, explicó.
En cuanto a la infraestructura, Díaz destacó que en el complejo se están realizando remodelaciones que les permitirán tener más espacio, y eso les permitirá incorporar otras disciplinas en el breve plazo. “Actualmente, los chicos practican fútbol, atletismo y voley. Pero lo ideal es agregar hockey y tenis, ya que contamos con las canchas en el complejo”, apuntó.
Pileta climatizada
Díaz comentó que otro de los objetivos es darles a los pequeños la posibilidad de practicar natación. “Hay un proyecto para climatizar la pileta chica que tenemos en el complejo. Eso podrá concretarse el próximo año”, indicó.
Los alumnos que asisten a la escuela pronto podrán convivir con chicos de otras instituciones. Está a punto de firmarse un convenio con la empresa San Genaro, que trabaja con más de 100 niños, pero carece de espacios verdes.
“El convenio establece, entre otros puntos, que esos chicos se unirán a los que asisten a nuestra escuelita para llevar adelante una tarea conjunta. El objetivo es integrar alguna vez a todos los chicos con capacidades especiales de la provincia y este paso que daremos es muy importante”, manifestó el director de la escuelita.
Está a punto de inaugurarse la nueva sede de la escuela, que tendrá oficinas. “Eso estará listo en un par de semanas. El año próximo continuaremos con las obras y remodelaremos los baños para las comodidades de los chicos”, explicó Díaz.
El titular de la escuela se refirió además al rol que cumplen los padres. “Al principio ellos colaboraban con una cuota de 25 pesos, pero se decidió que sea gratis. Los padres no sólo acompañan a los chicos. Se quedan en el complejo y realizan otras actividades. Incluso pueden hacer uso de las instalaciones. Ellos colaboran con la elaboración de proyectos y otro emprendimientos. Por ejemplo, los padres fueron los ideólogos de confeccionar una revista donde se informó sobre las actividades de la escuela”, expresó.
En familia
La escuela realizó la gran fiesta de la familia, con la presencia de casi 200 chicos, en el colegio de las Hermanas Esclavas. “Fueron invitados chicos con capacidades especiales de Bella Vista y de Tafí Viejo. La fiesta fue muy colorida. Hubo espectáculos y sorteos”, dijo Díaz.
Jugaron el primer partido
Los chicos jugaron el sábado el primer partido desde la creación de la escuelita. Compartieron esa experiencia con un combinado de chicos especiales de Bella Vista y ganaron por 3 a 0. “Todos estaban emocionados y felices.”, destacó Díaz.
(La Gaceta)