Atlético Nacional (diario Olé deportivo)



"En Tucumán hay fiesta otra vez: Atlético venció por penales a Racing (C) y logró el ascenso a la BN, categoría de la que se había ido San Martín hace una semana...
ALFREDO ARAOZ | aaraoz@ole.com.ar

La alegría se apodera de todo el plantel del Decano. Sarría recibe abrazos por doquier.
Si hubiera pasado en Buenos Aires, se lo compararía con una Creamfields, esa fiesta de música electrónica. Pero no, porque esta vez ocurrió en el campo de juego más grande de Tucumán y la celebración sobre el césped del Monumental superó a los carnavales de Ranchillo. Hasta el caño de agua cercano a las plateas empapó a la banda. La música de La Barra, el grupo cuartetero de Capé y Erroz, retumbaba en el vestuario antes del partido final. La música de la barra brava, de La Inimitable, acompañó desde que Sarría, todo de negro, acompañado por todos en calza, porque las camisetas más valiosas de las últimas décadas ya eran de los primeros invasores. Todo pasaba de cara a la tribuna de la Chile, la calle que hace la emblemática esquina con la 25 de Mayo. Pero para ir a las calles, faltaba bastante...
Sí, porque Atlético Tucumán ascendió a la B Nacional pero sin dudas que la fiesta fue de Primera. "Esperanos un ratito, ciruja, ya nos vamos a encontrar", decían los afiches más vendidos. Y ahí va un padre, raspándole la cabeza a su pibe, con el pucho hecho pasto. Y ahí va un pibe, con surcos que arruinaron la témpera que llevaba en la jeta. Y ahí están los que con las manos guardaban ese césped bendecido el jueves por un cura. Y ahí estaban los dirigentes, quemando el reglamento del Argentino A. Todos bajando la panza y gritándole al cielo: "Y ya lo veee, y ya lo veee, el que no salta, no va a la B... Y ya lo veee".
Perdón, ¿alguien vio a Solari? El Indio, una pieza clave y fundamental de la hazaña lograda ante Racing (C), vivió el partido como el hincha número 12 del Decano, agitando los brazos sin parar un segundo. Pero luego, el entrenador se perdió entre la multitud. Y seguro que alguna lágrima debe haber dejado caer por su rostro cuando desde la tribuna le cantaron "que de la mano, de don Solari, todos la vuelta vamos a dar". Y además de la olímpica en la cancha, con Bressán y Leva en andas, agitando las banderas vendidas desde hace dos semanas, todos se reunieron en las calles, a bajar por 25 esas 13 cuadras tan esquivas. Entre bombos, banderas y bocinas de cualquier tipo de vehículo, la caravana de Atlético fue a paso de hombre. En el camino, sólo un par de bares coquetos tenían clientes ocupando sus mesas. Hasta la iglesia Catedral se tiñó de celeste y blanco, la última estación para tirarse de cabeza a la plaza Independencia.
Habían dicho que el punto de encuentro estaría cerrado el fin de semana, pero ayer nadie se quedó afuera. Ni los jugadores, que escucharon las gracias por los huevos puestos durante toda la temporada, por esta fiesta celeste y blanca. Bien Nacional.

tucuman (corresponsal)." (diario OLÉ dporivo).